Y eres silencio
Si me dieras apenas
un pedazo del amor
que guardabas para mí.
Un pedazo, apenas.
Y decidieras,
aunque por un segundo fuera,
sostenerme en tus manos abiertas,
tú,
que guardas en los hombros
la fuerza que mueve las tierras.
Si me dieras aliento,
me ofrecieras refugio.
Si mis ojos encontraran descanso
en los tuyos, el remanso de tu cuerpo
para pasar la noche en vela
después de un largo día de camino.
Si todo
o alguno de estos prodigios
sucediera,
yo me quedaría contigo para siempre.
Te busco.
En todos los cuerpos, en todos
los atardeceres, en todas
las calles sin salida.
Y eres silencio.
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