Sólo alcanza a ser nuestro lo pasado

Felipe Benítez Reyes escribe un verso 

en el que habla del veneno de la melancolía. 

Y levanta la vista del papel y deja 

el bolígrafo posado sobre la mesa. 

Son las cuatro de la madrugada, 

pero esta noche no puede dormir. 

Hace semanas que el lorazepam 

apenas hace efecto. 

La melancolía se diluye lentamente 

en su sangre, más lejos de su pecho 

con cada bombeo del corazón. 

Felipe Benítez Reyes, poeta 

triste y vencido, se aplica para traducir 

en versos lo que siente. 

Escucha el silencio de la oscuridad. 

La ciudad entera aún duerme 

como un dragón que tuviera 

un tesoro bajo su vientre. 

Sólo alcanza a ser nuestro lo pasado,

se le ocurre.