Que acaba setiembre, ya sabes, y el otoño se acerca
Que acaba septiembre, ya sabes,
y el otoño se acerca. Que es dulce
despertar con los sonidos de la calle
cuando se escuchan en las ventanas
abiertas de la casa. Que sonríes en sueños,
que esta vida me alcanza, que el dolor y
la culpa y la rabia y el vacío parecen
haber encontrado su sitio en este cuerpo,
aunque sienta también que se llena
de escombros y cenizas por dentro.
Que nos tratamos mejor, que la madrugada
es tibia. Que dejamos de hacer cuentas
y volvemos a pasar las horas desnudos
sobre la cama revuelta. Que te pertenezco,
a mi pesar. Que tuyas son mis horas y mi risa,
el perfil de los músculos cansados, la opinión
que tengo de algunos libros, mi forma de ser.
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