No olvido que eres un monstruo
No olvido tu tacto.
No olvido la luz que desprendes.
No olvido mayo en Formentera.
No olvido que, aunque lejos,
continúas a mi lado.
No olvido el sabor de los platos que cocinas.
No olvido los libros que leímos juntos.
No olvido la fotografía de tu pasaporte.
No olvido la noche en el vagón-cama
rumbo a Chang Mai. No olvido
la forma en que te corres.
No olvido el estruendo de tus carcajadas.
No olvido cuando me completas.
No olvido que eres un monstruo
con el corazón de piedra y las alas abiertas.
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